jueves, mayo 03, 2007

Nuevo posible recurso contra la impotencia

El veneno de algunas especies arácnidas que provoca erecciones prolongadas podría utilizarse como tratamiento contra la impotencia, según indican investigadores del hospital Rambam de Haifa, en Israel.
"Las observaciones empíricas han mostrado que el veneno de tres tipos de arañas -la viuda negra, la atrax y la phoneutria nigriventer originaria de América Latina-, provoca sistemáticamente erecciones prolongadas", comenta el jefe del departamento de neuro-urología del hospital, Yoram Varadi.
Tres médicos de ese departamento iniciaron hace seis meses una investigación sobre una posible utilización del veneno contra la impotencia, subraya. Por ahora, "estamos en una fase de reflexión. Habrá que realizar estudios durante al menos dos o tres años antes de saber si el tratamiento podría ser comercializado", precisa Varadi.
El veneno actúa sobre el sistema nervioso, contrariamente al fármaco contra la impotencia Viagra, que provoca una dilatación de las arterias.
La sustancia, que puede ser mortal, tiene antídotos, por lo que sería posible utilizarla en pequeñas dosis con fines terapéuticos, según este responsable.

jueves, abril 19, 2007

¿Miedo al sexo?

TemoresIgnorancia y prejuicios entre jóvenes sobre una de las vinculaciones humanas más perfectas.
¿Cómo ven los adolescentes y jóvenes la posibilidad de tener un primer encuentro sexual?
Martha R., de 15 años, dice: "En primer lugar, no estoy segura de tener relaciones a mi edad, y en segundo, no tengo la información necesaria y nunca he ido a un ginecólogo; por eso prefiero abstenerme por ahora".
Sofía G., de 17 años: "Mi novio me ha pedido que tengamos relaciones, pero yo lo he rechazado; tengo miedo de que se me vaya a pegar algo".
Judith S., de 18 años: "El sólo imaginarme que pueda quedar embarazada, hace que repele esa posibilidad. ¡Mis padres me matarían!"
Sida y enfermedades sexuales aparte, históricamente a las mujeres se les educa transmitiéndoles miedos y prejuicios referentes al sexo. "En lugar de ubicarlo en su justa dimensión, informando, resolviendo las dudas de las jóvenes, en lo general, todavía se les inculca terror al respecto", dice César Pérez, terapeuta en un Instituto de Sexología.
Millones de chicas llegan a una relación sexual con profundo desconocimiento de lo que es su cuerpo y de cómo tomar las sensaciones de placer que les producen las caricias. "Éste es un problema que no sólo afecta a las mujeres, pues los varones se enfrentan igualmente a un sinnúmero de temores, el principal de ellos, no ser lo suficientemente eficientes", afirma el especialista.
La relación sexual es una de las vinculaciones humanas más extraordinarias y al mismo tiempo, más llenas de prejuicios, misterio e ignorancia. Ninguna(o) escapa a la curiosidad hacia ella, que se agudiza mientras menos información poseemos. En algunos casos, la desinformación genera verdadera fobia sexual, dice el experto. Agrega que la sexualidad desnuda nuestro cuerpo y forma de ser, y pone en evidencia un mundo desconocido. Además, a los propios temores se suman los de la sexualidad del otro, de la pareja, con sus particulares mitos e interrogantes. "Es entendible que, para muchas personas, el sólo pensar en la unión de los cuerpos genere una ansiedad tremenda".
Las dudas más comunes se refieren al comportamiento, la actitud, las expectativas, la seducción, lo que vemos en la televisión, los mitos y el castigo social para quienes disfrutan del placer. "La relación sexual está vinculada con nuestro deseo de agradar (totalmente válido) y de estar contentos y dispuestos a recibir". Aun así, para algunas chicas el sexo es una especie de agresión; a ello se añade el mito tremendo de la virginidad, la ruptura del himen, el dolor y la desvaloración social de la que todavía, en algunos grupos sociales, es objeto la mujer soltera que tiene una relación íntima.

miércoles, marzo 14, 2007

No hay edad para el amor

VejezLa sexualidad implica aspectos emocionales y físicos. Y cuando se trata de personas mayores, la percepción, prejuicios y experiencias pasadas cumplen un rol fundamental en el rendimiento erótico.
Si bien mujeres y hombres comparten hoy actividades recreativas aún superando los ochenta y noventa años, en algunos casos, con mayor frecuencia, después del divorcio o la viudez -a partir de los cincuenta o sesenta años-. Existen algunos temores que muchas veces retardan el encuentro amoroso o malogran relaciones que colman de placer y bienestar a hombres y mujeres.
"La excesiva preocupación por la posibilidad de volverse impotente que aflige a muchos hombres, suele causarles el estrés suficiente como para producir problemas en la relación de pareja" opinan los sexólogos. La excesiva preocupación puede hacer que el hombre despliegue una autoatención excesiva durante el acto sexual, la cual suele ir acompañada de sentimientos de aprensión o ansiedad ante la posibilidad de que la erección sea difícil o imposible. O tal vez, "al pensar que la impotencia es algo "normal" en la etapa de la vida en la que se encuentra, es improbable que la persona se plantee posibilidad de solucionar el problema o busque algún tipo de ayuda".
En tanto, las mujeres, también experimentan algunos temores. Los cambios físicos normales -un cuerpo menos firme, el cabello gris, las arrugas- las hacen sentir menos atractivas para el sexo opuesto, y muchas veces, vacilan antes de expresar su interés sexual. Una mujer que se preocupa por sus cambios de apariencia a medida que va envejeciendo, puede pensar que su compañero ya no la encuentra atractiva y estos pensamientos, se asocian a conductas no favorecedoras de la salud sexual, tales como emitir menos conductas de seducción, disminuir la frecuencia con la que inicia interacciones de tipo sexual, arreglarse menos, etc. En ese sentido, la percepción negativa de la imagen corporal es la consulta que más reciben los médicos de sus pacientes. Al respecto, aclaran que " mantener un modelo de belleza física juvenil es el primer síntoma de interferencia para disfrutar del sexo tanto para los hombres como las mujeres. Aunque, mayoritariamente, esto ocurre en las mujeres; la presión social sobre ellas es muy importante y las lleva a sacrificios que las distraen y afectan en su fuero íntimo.
En los talleres de la tercera edad, se insiste en que "atribuir cualquier problema que pueda surgir en las relaciones sexuales al hecho de que "uno es ya mayor", es un error. Porque favorece una actitud negativa que lleva a las personas a no hacer el suficiente esfuerzo por buscar soluciones. Al contrario, conocer los posibles factores que pueden estar influyendo en el surgimiento y mantenimiento de una disfunción es esencial para poder identificar la causa del problema y encontrar soluciones adecuadas al mismo".
Pero, también reconocen los terapeutas, que "las creencias erróneas también contribuyen a obstaculizar una plena sexualidad en la vejez: declive del interés sexual después de cierta edad, en las mujeres se asocia con la menopausia; pensa que es indecente, que los mayores tengan vida sexual, porque se asocia con la juventud; creer que el sexo es, básicamente, el coito; desconocer otro tipo de relaciones sexuales; sostener que a cierta edad las personas se debilitan; y por último, considerar un tema menor que ya no necesitan".
De la consulta con el psicólogo, se infiere que "muchas veces, las chanzas que escuchan las personas mayores en el medio que trabajan o realizan sus actividades sociales, las internalizan y terminan por abstenerse de comenzar a elaborar una proposición afectiva. También, influyen sobre la sexualidad determinados estereotipos sociales, como la imagen social de las mujeres que aparecen menos interesadas en el sexo que los hombres, menos necesitadas de relaciones sexuales, así como, se suele creeer que están desenganchadas" de este tipo de necesidades más típicas de los jóvenes.
Lo importante es hablar sobre el tema, favorecer la comunicación y el intercambio de opiniones en el consultorio médico, donde la confianza suele ser mayor, dado el conocimiento mutuo de las deficiencias físicas y los deseos manifestados abiertamente. Por cierto, es muchas veces el profesional el que debe acercar la información a los mayores sobre los cambios normales que ocurren con el envejecimiento y la forma de experimentar la sexualidad; asimismo, dar a conocer los factores fisiológicos y psicológicos que influyen en el inicio y mantenimiento de disfunciones o dificultades sexuales, así como de las vías existentes para su posible superación.
Una buena medida es facilitar actividades que reconcilien a los mayores con su figura corporal para que acepten los cambios que supone el proceso de envejecimiento, cambiando los estándares de belleza de la juventud basados en criterios físicos y estéticos, por nuevos más realistas y alcanzables, principalmente, los referidos a la comunicación, el afecto, la intimidad y la sensualidad.
Y en la palabra de los sexólogos, "potenciar una visión de la sexualidad creativa, menos coital, que reconozca el valor como potenciales fuente de placer de otros tipos de actividades; sin olvidar, promocionar la salud a través del mantenimiento de hábitos de vida saludables, donde no falte el ejercicio físico y la buena alimentación que les redunda en un buen estado físico y mental.

jueves, marzo 08, 2007

Temor a fallar

Ansiedad sexualLa ansiedad producto de los problemas de pareja puede afectar la respuesta sexual, particularmente si estos conflictos evocan emociones de tipo aversivo durante la relación sexual. El temor a fallar, la demanda por hacerlo adecuadamente y el temor a ser rechazado por la pareja, son las causas más comunes de la ansiedad sexual.
El temor anticipado a no poder actuar sexualmente durante la relación es la causa primaria de la disfunción eréctil y de otras disfunciones orgásmicas. Una primera vez en la cual un hombre presenta un desorden de erección puede plagar su cabeza de preguntas como ¿me volverá a suceder? Esta pregunta se asocia a estados emocionales de miedo y a enfocarse exclusivamente en su erección, lo cual ayudará a que el problema se repita con proporciones de pánico y paranoia. Una situación ocasional puede convertirse en un estado serio y de cualidades crónicas. Es un círculo vicioso que debe analizarse en la consulta. Una condición similar ocurre cuando durante la relación el hombre pierde la erección temporalmente. Un hombre seguro de sí mismo sabe que es una condición normal y que podrá continuar la relación y obtener una erección posteriormente, mientras que otros hombres entran en pánico y convierten la situación en una disfunción eréctil. Por supuesto que el tipo de personalidad de cada hombre hará que interprete la situación de diferente manera. La mayoría de las veces, los hombres inseguros y cuya personalidad está fuertemente arraigada en sobresalir y competir son más vulnerables al temor a fallar. Los individuos paranoicos también responden de manera patológica al fallar sexualmente. También influye el hecho de tener una relación insegura con la pareja. El hecho es que cuando cualquier individuo, sea hombre o mujer, tiene temor de no comportarse sexualmente dentro de los estándares, pueden aparecer problemas de erección eréctil, eyaculación retardada y disfunciones orgásmicas en general.

viernes, febrero 02, 2007

Para tener una vida sexual satisfactoria: más ejercicio

DeportistaUn estudio señala que la vida sedentaria perjudica las relaciones sexuales. Los problemas de erección alcanzan a en su mayoría a personas de avanzada edad aunque también a jóvenes. Más gimnasia para no depender de una píldora.
Más del 18 por ciento de los estadounidenses mayores de 20 años sufren problemas de erección y el problema está estrechamente vinculado a su vida sedentaria, señala un estudio publicado por la revista American Journal of Medicine.
Otro factor que incide en el problema de los hombres estadounidenses, además de la falta de ejercicio físico, es una dieta pobre en nutrientes, indica el estudio. La investigación agrega que, como se esperaba, el problema tiene mayor incidencia entre los hombres de edad avanzada, especialmente aquellos que sufren diabetes o alta presión.
La verdadera magnitud del problema comenzó a verse a finales de la década de 1990 como consecuencia de la gran acogida que tuvo la puesta en venta de Viagra, un medicamento contra la impotencia masculina y al que siguieron otros con los mismos resultados.
Las cifras del estudio señalan que un 18,4 por ciento de los hombres mayores de 20 años, es decir casi 18 millones, sufren problemas de erección. El porcentaje sube a 43,8 entre los hombres de entre 60 y 69 años y a 70,2 entre aquellos mayores de 70. El estudio indica que la mitad de los hombres con problemas de "disfunción eréctil" también sufría de diabetes, alta presión sanguínea, colesterol y trastornos causados por el tabaco.
Según los científicos, el mensaje extraído del estudio es claro: hay que hacer más ejercicio para tener una vida sexual satisfactoria y no tener que depender de una píldora.

domingo, enero 14, 2007

Cómo reaccionar ante una impotencia sexual

Impotencia sexual“La impotencia es una disfunción sexual masculina, que afecta mucho la autoestima y la seguridad sexual de un hombre, puede presentarse en ocasiones debido a un tema de ansiedad, estrés, cansancio, tabaquismo, consumo de alcohol o drogas, etcétera, o en forma más permanente en el tiempo, necesitando tratamiento”, explica la sicóloga Esther Morales.
Por ello, “si el hombre presenta una impotencia frecuente, es bueno que consulte un urólogo, que descarte problemas físicos. Si el problema es de causa sicológica o relativo a la relación de pareja, una terapia sicológica individual o de pareja puede ayudar a resolver el problema de fondo, evitando que el hombre quede condicionado, y que el temor a tener malas erecciones o no tenerlas, le produzca una angustia o miedo anticipatorio ante una nueva relación sexual”, dice la especialista.
¿De qué estamos hablando?
Según la enciclopedia médica Medline, la impotencia es “la incapacidad de lograr o mantener una erección del pene que sea lo suficientemente firme para que un hombre tenga una relación sexual. Es posible que el hombre no pueda lograr una erección en absoluto o que la pierda durante el coito antes de estar listo. Si la condición persiste, el término médico es disfunción eréctil”. Este problema es muy común entre los hombres adultos, e incluso se podría decir que todos alguna vez presentan algún tipo de dificultad en la erección. El tema es que en este caso es progresivo y afecta la autoestima y su vida íntima de sobremanera, por lo que requiere de tratamiento.
¿Cómo saber si se tiene ese problema?
“Si un hombre tiene dificultad para lograr o mantener una erección más del 25% de las veces, se considera un problema”, afirma Medline.
¿Qué hacer si tu pareja es impotente?
“En primer lugar es importante que la mujer pueda comprender las razones de la disfunción eréctil (impotencia), lo cual implica como mínimo un diálogo franco y abierto con su pareja y, quizás, la orientación del especialista en sexualidad. Entre las múltiples causas pueden estar incluidas enfermedades médicas y sicológicas, uso de determinados fármacos, temor al fracaso sexual, otros miedos, estimulación insuficiente o inadecuada, estrés, preocupaciones y una larga lista de etcéteras”, explica el sicólogo y sexólogo Ezequiel López. Y añade: “Al entender los motivos de las disfunción, la mujer evitará algunas interpretaciones típicas como "ya no te atraigo", "esto te pasa porque no me quieres" o "seguro que hay otra persona". Esos pensamientos generan angustia, enojo o resentimiento, y no hacen más que alejar a la mujer de su pareja y presionarlo directa o indirectamente, con lo cual aumentarán las exigencias por el rendimiento del varón, lo que resulta letal para el mecanismo de la erección”.
Otra manera de jugar
Para la sicóloga Esther Morales, la impotencia en la pareja requiere de un cambio de conducta y en la forma de ver el sexo de sus protagonistas. Para ello aconseja que “durante el contacto íntimo, es bueno continuar con el juego sexual, conversar, relajarse y la erección puede venir en forma natural después de un momento. Además, el hombre puede dar placer a su compañera con bonitas palabras, caricias, besos, sexo oral, etcétera, y llevarla a tener un orgasmo, sin necesidad de penetración. Es sabido que después del coito, el hombre tiene un período refractario, ya que la eyaculación implica un enorme desgaste energético, que lo hace quedar cansado. Es recomendable que si se presenta un problema erectivo, la mujer evite presionar o humillar al hombre, mostrando abiertamente su frustración o culpándolo por algo que no puede controlar voluntariamente”.
La importancia de la comunicación
“La comunicación verbal es esencial, entonces, para evitar las distorsiones en el modo de pensar la situación y, además, es una manera de canalizar los sentimientos de ambos y abordar una solución. La mujer nunca debe reprocharle la situación a su pareja; tampoco estar tan pendiente de la erección, como evidentemente está él, incluso puede cambiar el foco y buscar la erotización de otras zonas, como una manera de relajarse y excitarse por diferentes vías, sin centrar todo en el pene, y mucho menos debe comparar la performance con la de parejas anteriores. No creo que exista algo tan mortal para la autoestima masculina que pensar en que otros hombres satisfascían más en lo sexual a su pareja que él”, afirma el sexólogo Ezequiel López. Y en el mismo sentido agrega: “Es importante el diálogo para comprender y buscar soluciones; evitar comentarios o expresiones emotivas contraproducentes; crear recursos de placer no centrados en la penetración, y eventualmente, si el problema se hace recurrente, consultar a un sicólogo o médico experto en sexología”.

lunes, enero 01, 2007

Mis fantasías sexuales, ¿son normales?

Es la pregunta que muchos quieren hacer pero muy pocos se atreven. La imaginación prácticamente no tiene límites y refleja la riqueza de la mente humana. Sin embargo, dado lo privado del tem,a algunos estudiosos han decidido compartir los contenidos más usuales reportados por sus pacientes o personas encuestadas en estudios sobre sexualidad. A continuación algunas de las fantasías más usuales:
·Experimentación Este tipo de fantasía incluye todo aquello que la persona no se atrevería hacer en la vida real. Pueden ser circunstancias novedosas tales como estar con una estrella porno, hacerlo en un lugar público, o ser una prostituta. La fantasía puede incluir tener relaciones con animales o cometer incesto. Lo importante de la fantasía está en lo prohibido, en lo que nunca se ha intentado. Se recurre a este tipo de fantasía para superar el aburrimiento.
·Conquista El centro de las fantasías en donde se involucra la conquista está el elemento de poder. Este poder se puede expresar a través de ordenar, forzar o seducir a otro u otra a tener relaciones sexuales. Es un rol imaginario desde la posición de un dictador que consigue lo que desea sin necesidad de utilizar la fuerza física. Sin embargo, cuando en la fantasía se involucra la fuerza física se le clasifica como violación o sadomasoquismo. Pero básicamente en toda fantasía en donde hay seducción hay el uso de poder. Por otra parte, el juego de conquistar implica ser conquistado, forzado o seducido por otro. En una fantasía se pueden tener muchos papeles o roles, como por ejemplo sentirse indefensa, sentir miedo, resignación, obediencia ciega e incluso proteger a otra persona. Una subclase de esta fantasía de conquistador/conquista es la de dominación/humillación. En este caso no sólo se obtiene placer sino que se degrada a otra persona. La víctima puede ser obligada a utilizar ropas inusuales o a involucrarse en actos humillantes.
·Cambiando de pareja. Ésta es la fantasía más usual. Algunas veces la pareja imaginada puede ser un antiguo novio o novia. Lo más frecuente es que la fantasía involucre a alguien deseable como un amigo/a, vecino/a, un familiar, un maestro/a, un cajero/a o una persona creada por la imaginación. Muchas personas se incomodan cuando esta fantasía se da durante el encuentro sexual con su esposo/a. Aparecen sentimientos de culpa sólo cuando la persona lo interpreta como una infidelidad. Regularmente se sorprenderían ambos en saber que comparten la misma fantasía. Otros integrantes muy usuales de este tipo de fantasía son estrellas del cine, la música o la televisión.
Así son las fantasías sexuales, uno puede ser o no ser lo que más se desee.
•Sexo en grupo: Es muy común esta fantasía la cual involucra el cambiar de pareja. Los contenidos van desde orgías al mejor estilo romano hasta un hombre que fantasea tener sexo con dos mujeres o una mujer teniendo relaciones con dos hombres. En ocasiones estas fantasías varían de lo heterosexual a lo bisexual. Algunas personas a quienes se les ha preguntado sobre este tipo de fantasía insisten en que les gustaría experimentarla alguna vez.
•Voyerismo: A algunas personas les excita ver a otras personas teniendo relaciones sexuales. En esta fantasía, quien observa no participa de la acción y puede ser o no visto por el resto del grupo. En ocasiones durante la fantasía la persona que la experimenta alcanza altos niveles de excitación y decide unirse al grupo. Este tipo de fantasía no es inusual entre parejas casadas que fantasean ver a su pareja teniendo relaciones con otra persona.
•Violación: Quiero dejar muy en claro que una mujer que experimenta esta fantasía en ningún momento desea ser violada. Muy por el contrario, desea salir de una posición pasiva sexualmente a una agresiva. La mujer le exige al perpetrador de su fantasía como desea tener la relación pero a su vez desea ser sometida por el mismo. Algunos hombres tiene esta fantasía, sin embargo es de tipo homosexual, esto no indica que quien lo fantasee lo sea, ya que es algo que no ha solicitado en su fantasía sino que ha sido forzado a realizar.
•Encuentros idílicos: Muy por el contrario al tipo de fantasía anterior está la fantasía cargada de romance. En esta se encuentra a una persona completamente extraña en un lugar idílico como un jardín tranquilo, una playa en luna llena, un paraíso tropical, en fin, todo lo ideal para que el romance se encienda de inmediato, y después cada uno sigue su camino sin compromisos ni ataduras emocionales.
•Sadomasoquismo: Infligir dolor (sadismo) o recibir dolor (masoquismo) puede ser una fuente de excitación sexual para algunas personas. La fantasía sadomasoquista incluye golpes, latigazos, ataduras, encadenamientos, uso de esposas, quemaduras y otras que victimizan a uno y ayudan a victimizar al otro. La fuerza física o el dolor están presente y usualmente lo que activa esta fantasía es la protesta o queja de la víctima. Como mencioné antes como en esta y otras fantasías no existe un deseo genuino de vivir la misma.