La actividad física que consume al menos 200 calorías diarias -equivalente a caminar a paso rápido tres kilómetros- puede reducir el riesgo de padecer impotencia en los varones, de acuerdo con un trabajo realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (Estados Unidos).
El estudio, publicado en el número de agosto de la revista Urology, es el primero de su tipo que demuestra que los varones que hacen ejercicio, incluso si comienzan a hacerlo a mediana edad, tienen un riesgo menor de padecer impotencia que los sedentarios. Al inicio del estudio, los investigadores analizaron datos de casi 600 varones que habían declarado no sufrir disfunción eréctil. Se centraron en factores de riesgo como el consumo de tabaco y alcohol, la obesidad y la práctica de ejercicio. Ocho años más tarde, estudiaron si los 600 hombres habían cambiado sus hábitos de conducta y si esos hábitos afectaban al riesgo de impotencia. El estudio concluía que el dejar de fumar en la mediana edad no reducía significativamente la disfunción eréctil. Además, los que tenían un exceso de peso tenían un índice de riesgo superior de padecer impotencia, independientemente de que perdiesen o no peso. Sin embargo, el riesgo más bajo correspondía a los hombres que se mantenían activos o incluso comenzaban su actividad física en la mediana edad. Es más, se detectó una relación dosis-respuesta entre la probabilidad de padecer disfunción eréctil y el nivel de actividad física.
No hay comentarios:
Publicar un comentario